Llueven Prometeos encadenados


Ni crueles adefesios
ni tintorerías de vascos
tu concha es una comba
que esquiva mis padrastros
adulterando los sabores
cual mil quinientos sobacos

Ni porcelanas del Brasil
ni almohadas de gargajos
tu cotorra es una sopa
que domestica mis barros
poniendo en vereda travestis,
ninfas de oros, copas y bastos

Ni mesmerismos mentales
ni morcillas de adolescente
tu cajeta es una quiniela
que asfalta sin precedentes
marcándome a pura espuela
la boluda escarapela
(aquí rimaré con puente)
mientras mi pene indigente
te pinta la carretera