El percherón y la clorofila

Chupo morras
como trabalenguas de oro puro
haciéndome pasar por tu muro
aquel que fatiga cotorras
llegándote al gañote
y pasando por tu futuro
rozándote con mi palote
a cada segundo más duro
deseando que ya te corras
como quetzalcoatl
¡poneme maestra ese sote!