Jugamos al tenis
y yo gané un poquito
quedaste anonadada
bufando toda la noche
encerrada en tu casita de chocolate
temblando de rabia
mientras tus papis
salían a ganarse el dinero
para que te compraras
otra ilusión de pascuas
Jugamos al pool
y yo te molí diestro
cautivándote ipso facto
y rascaste el apoyabrazos de la silla
arrancando trozos con tu uñita
mientras tus amigas apreciaban
el barranco de tu esperanza
que soplaba como dolor
al extremo de un dolor
que se cansa del color
y corriste comiendo veredas
Jugamos al truco (oh sí nena, jugamos)
y me ensañé entre tus pifias
quedaste catatónica
suspirando tu impotencia
mientras tus piernas chocaban entre sí
oyendo las pezuñas de tu
golden retriever
resbalar en el piso del apartamentito
y tocando con los dedos
el fondo del vasito
donde el café centelleó
alguna vez
en una tarde de otoño
cuando estuvo nublado
lo suficiente como para que perdieras
las nociones importantes
y te dejaras lucir diferente
rebosando entre mis adjetivos
el tenis
el pool
el truco
y el sueño
todavía
