Puntitos de esmalte

Tú haz leña con la cama
mientras mojo tu boca de ron
(Havana Añejo, corazón)
y al rato entregarás tu marrón
a mi achorizada katana

Se despliegan dulces membranas,
acaramelan la habitación
y la gata en un rincón
vomita millones de hadas
voy a chupar tus almohadas 
como tus lenguas ahumadas
si hubiesen varios Negros Radas
tus bragas serían su son

Quo Vadis, Domine?
¿Y a quién le importa el precio módico?
sé que llenas tu periódico
para hacer que esto termine
como suculenta encuesta del INE
o glutamato monosódico
cuando mi lápiz mecánico afine
en tu húmedo club melódico