El barrio de los judíos

El sonar de tu radar
ha descubierto un perro
que absorbe cada misterio
viajando por paredes de loza
viajando por calles de lodo
vistiendo su ropa andrajosa
y dejando centellear sus ojos negros
en bolas del tamaño de náufragas desnudas
que sienten calor aunque no sudas
y suelen desaparecer cuando río

Después de todo, darling
es el misterio del amor
las diademas que se cuelgan del poder
las niñas que vuelan encerradas en mis sobacos
los gimnastas que se meten a correr
y los fluidos que manan de tus buracos
que han desarrollado especias
canelas, oréganos y minifaldas,
tornillos, pimentón y tez de malva,
canciones lentas, hormigón y propóleos,
adobo especial para aves y caza, enjutos ministerios hechos de bijou
y debo repetir: después de todo
después de todo

Captúrame con tu cámara de fotos, nena
que siento mis poderes mas hartos que nunca
de envolver tus piezas en carcajadas de pena
y voy logrando todo aquello que no funca
en el sindicato de obreros de la construcción
mientras se abren a un sexo medio marica
la cerveza, mi aguinaldo y tu cena
pues la cama ya no es una opción
(solo si hablamos de fiebre y flema)
para el terso aleteo de tus párpados indicándome
que ya terminó y comenzará la
diversión