Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarta caca me mandé
segundos antes que llegaras
harta caca y a tu arribo
estaba tan redivivo
que por más que me sobaras
no se me iba a dejar de inculcar el vicio
y tu lengua iba a ser la cruel madreselva
que envolviera mis tumbas de silicio
en otoñales poemas de David Bowie
lo cual es lógico si suponemos ciertas
tus pantomimas femeninas del tamaño, color
y forma de cualquier tapa de disco
del señor David Bowie
Supón que tiré la cadena
supón que tiré de la cadena
mientras te imaginaba sirena
flotando celestialmente entre los últimos estertores
de mis soretes desertores
¡ven amor de mis amores!
y toma asiento a hurtadillas
en la sacra fila que te ofrezco:
tu eres ni mas ni menos
que la histérica número setenta
pues la sesenta y nueve
se sienta y llueve
aunque digas que no te tienta
