Tan limpio, tan sedoso
el centro mismo de tu culo está,
el agujero ese,
que podrías pegar una calcomanía
y no se jamás despegaría
de los jamases, ningún día
porque no hay ni poros que destaquen
allí
¡Y cómo es tan perfecto!
¡y cuándo es tan abierto!
Las moscas lo miran azoradas,
las langostas lo envidian
es mi pura propiedá
en un mar de saciedá
que todo el mundo querría
bañarse con agua fría
en verano
¡Es hermosísimo ese ano!
¡es vital para entender
que quisieras ser mujer!
Y no gaviota o decano
de cualquier facultad
esa es la culta verdad que me llega hasta las vistas
y cuando pongo mi carnaval
a dorar en tu lodazal
se va lubricando hasta solo
mientras en la estufa a leña algún rolo
se quema a fuego lento
como una metáfora que usaría
algún simplón de librería
para decir que te hago el orto