Chamuscada la esperanza
yo ya yazgo y yuxtapongo
meticuloso como ordenas
corto a dientes mis cadenas
que me aferran al hartazgo
cambiando heces por diademas
y el libraco que te he emprestau/ahijuna
Ni en las valijas creo mucho
ni en tus lamidas de fiel can o chucho
pues abaratan las maneras
(recién ahora me acuerdo que iba a rimar diademas con flemas más arriba)
y si no te grito ni te enteras
de lo colosal de estos temas:
quiero que veas como lucho y lucho
contra estas sibilantes y fibrosas
flemas
¡Ay de ti cuando tú caigas!
¿Ay de qué, guriza zonza?
¿No ves que eres lábil peonza
de la fiebre uterina?
No confundas, dulce mina,
la próstata con el relicario
lo constata mi salario
que alcanza para una tortilla
vos te creés muy pilla
aunque nunca acabaste el Mario
(Bros.)
