No tengo saldo

¡Arrecien las llamas el bosque de plata
tirando los níqueles al suelo de su propia malaria!
las niñas captan ansiosas el denso
aroma metropolitano y se cagan

(pero)
¡Ríndete sahumerio, ríndete ahora!
que las madrugadas de tus lenguas dan clases de yoga
las persianas del tiempo angostan mi totora
y el pobre patito se pone a llorar
confiando en la noche como albergue transitorio
mientras el Twitter celeste se pone de moda

¡Y suden compañeros el salario obtenido
que siempre será su vientre podrido!
no comerás jamás lo que hayas comido
déjate los All Star nena pero nunca el vestido
que yo te sodomizaré con la que nunca mido

¡Que destroce el sol las pieles del sitio!
¡y caven sus tumbas con los crucifijos!
la cálida humedad en tus intestinos
es mi responsabilidad y nuestro desatino
bombea la madrugada una lluvia de finos
delgadas y chatos, cervezas y vinos,
espermas deliciosos y ahora tranquilos