El clítoris más sensible del edificio

Hoy cavo hondo y lo que 
he hecho derecho echo al pecho
en una suerte de digámosle curva
sinusoide que desparrama tus angelitos de fuego
al costado de los pegotes de leche
que impávida sostiene
la sábana de abajo
como si fuera tu jeta aceitada de gramajo

Y vienen y van todos en ómnibus
y lloran y ríen los electrodomésticos
en tus manos acanalladas a fuerza de costumbre
de tanta vara de mimbre
no la que usaba Lorca
sino la que ultima a cada orca
pará que me tocan el timbre

Diremos que el futuro es una
mandarina
repleta de jugosos gajos dulces
el misterio de un miércoles de tarde
de la semana santa del año que viene
donde ondeará fabuloso mi pene
no importa lo que yo cene
saltando estaré como un nene
dejando que tu cuerpo me frene
apenas para conectar el tecladito
hacer un café con leche
y
diremos que el futuro es una.